La nación más antigua del mundo, una democracia modélica y ejemplar... y unos dirigentes políticos tan cortos de miras que no se dan cuenta de que lo de hoy no habrían podido empezarlo un sólo hombre ni un gobierno en pleno por mucho que hubiesen querido. Que esto no lo ha organizado la Generalitat y mucho menos Puigdemont, sino LA GENTE. La misma gente a la que ellos trataron de intimidar y humillar con sus porras, sus balazos y sus miradas cargadas de odio. LA GENTE que responde de manera cívica y ejemplar ante su ira, su violencia y su desprecio hacia todo lo que celebre la diferencia y la diversidad. No tinc himne ni bandera, però aquests dies estic molt orgullós del meu país.
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